Opinión.- En un escenario económico y político marcado por desafíos internos y externos, la forma en que un gobierno elige invertir sus recursos puede tener un impacto duradero en la sociedad y en el futuro del país. Sin embargo, en el caso del gobierno de Luis Abinader y su partido, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), las decisiones recientes de inversión han generado una fuerte controversia y críticas, ya que parecen priorizar proyectos en el extranjero en detrimento de sectores vitales de la economía dominicana, como la agricultura local y la exploración de petróleo nacional.
La agricultura ha sido un pilar económico y social en la República Dominicana durante décadas. Con una gran cantidad de pequeños agricultores y comunidades rurales dependiendo de esta actividad, su desarrollo y fortalecimiento deberían ser una prioridad para cualquier gobierno comprometido con el bienestar de su población. Sin embargo, la actual administración ha tomado una decisión sorprendente al destinar recursos limitados para invertir en proyectos agrícolas en otros países en lugar de impulsar la producción local de alimentos y mejorar las condiciones de vida en las áreas rurales.
Esta elección no solo amenaza la seguridad alimentaria del país, sino que también socava la independencia económica de las zonas rurales y limita el potencial de crecimiento interno. En un momento en que las cadenas de suministro globales están bajo presión debido a factores imprevistos, invertir en la producción de alimentos local debería ser una estrategia clave para garantizar un suministro constante y confiable de alimentos frescos para la población.
Otro aspecto preocupante es la inversión en exploración de petróleo en el extranjero, mientras que el potencial petrolero nacional queda en gran medida sin explotar. La dependencia de los combustibles fósiles sigue siendo una realidad en todo el mundo, pero la inversión en la exploración y desarrollo de recursos petroleros locales podría reducir la dependencia de las importaciones y fortalecer la seguridad energética de la nación. Sin embargo, el gobierno parece haber optado por mirar hacia fuera en lugar de abordar sus propias fuentes de energía.
Esta decisión no solo plantea interrogantes sobre la falta de visión a largo plazo del gobierno en términos de seguridad energética, sino que también socava los esfuerzos globales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adoptar prácticas más sostenibles. En un momento en que la comunidad internacional se está moviendo hacia fuentes de energía más limpias y renovables, invertir en petróleo extranjero parece una contradicción con los objetivos de desarrollo sostenible.
En conclusión, las decisiones de inversión del gobierno Abinader y el PRM en proyectos de agricultura y petróleo en el extranjero han generado una preocupante falta de alineación con las necesidades y aspiraciones de la República Dominicana. La falta de enfoque en fortalecer sectores internos clave, como la agricultura y la exploración de petróleo, plantea dudas sobre la capacidad del gobierno para priorizar los intereses nacionales por encima de otros compromisos. Es crucial que el gobierno reconsidere su estrategia de inversión y realinee sus acciones para asegurar un desarrollo sostenible, una economía robusta y la seguridad a largo plazo de la nación.
Ysrael Abreu, Es Presidente de la Comisión de PolíticasPúblicas y Director de la Comisión Económica